Descripción
El juego de cáliz y patena es un conjunto litúrgico esencial en la celebración de la Eucaristía. Este conjunto incluye un cáliz, que se utiliza para contener el vino consagrado, y una patena, que sirve para sostener la hostia.
Generalmente, estos elementos están elaborados con materiales de alta calidad, como metal dorado o plateado, y pueden presentar diseños ornamentales que reflejan su importancia en el contexto religioso. La estética del juego de cáliz y patena no solo busca embellecer el altar, sino que también simboliza la reverencia hacia los sacramentos.
El uso de este conjunto en la liturgia es fundamental, ya que permite llevar a cabo la consagración del vino y el pan, elementos centrales en la celebración eucarística. Su cuidado y mantenimiento son esenciales para preservar su belleza y funcionalidad a lo largo del tiempo.